Exploración con la naturaleza.
Las actividades al aire libre con los niños ayudan en todas las áreas de aprendizaje. A través de actividades al aire libre estimulamos el cerebro a pensamientos y conocimientos nuevos en los niños, así como la autoestima. Hay variedades de actividades que podemos realizar donde los niños puedan sentirse libremente a través de juegos y exploración con la naturaleza.
Jugar con arena ayuda a los niños muy inquietos le ayuda a concentrarse, a calmarse compartir con los otros niños y a socializar ayuda a los niños a ser las resistentes a las alergias y a enfermedades, ya que el contacto con la naturaleza estimula el sistema inmunitario de los niños pequeños.
El juego con arena permite el desarrollo cognitivo, matricida fina, Cuando están jugando en la arena, el coger la pala y echar arena en un cubo, agarrar el cubo para dar la vuelta, están fortaleciendo sus músculos y desarrollando sus habilidades motoras más finas. Saltar encima de un castillo favorece habilidades más gruesas. Están descubriendo y aprendiendo a través de sus sentidos. Desarrolla su creatividad: Este tipo de juegos tan libres, hace que los niños mediante los juegos de arena se expresen sin ninguna estructura. Su imaginación y creatividad se fomentan con juegos no reglados.
Desarrolla las habilidades sociales: cuando hay más de un niño jugando con arena, seguramente tenga oportunidad de desarrollar sus habilidades sociales. La interacción es vital y los niños de esta forma aprenden a esperar turnos, compartir cubos, y expresarse de igual manera estarán utilizando vocabulario es un buen momento para reforzar el vocabulario.
Desarrollo cognitivo: Con muchos juegos en la arena podemos trabajar conceptos matemático (que cubo tiene más arena o cual menos), aprender a escribir su nombre en la arena, hacer forma geométricas, resolución de problemas… forma parte del juego y a la vez su mente está trabajando y aprendiendo, preparándose para una enseñanza futura.
Desarrollo del sistema inmunológico: Hay estudios que constatan que los niños que juegan al aire libre, con elementos de la naturaleza (palos, hojas, piedras…) están más sanos que niños criados en entornos cerrados y demasiado higienizados. Un poco de suciedad en sus vidas ayuda en el desarrollo de su sistema inmunológico con lo que son menos vulnerables .